(el poder del rumor)
Pues venga, que ya diversos rumores previos al Carnaval de Mazatlán, una de las fiestas más importantes de México, acerca de hechos violentos, amenazas de atentado, o decomisión de armamento pesado, habían causado que este año fuera uno de los menos asistidos.
Por supuesto, el miedo no es en vano, las mafias violentas son cosa de cada día en este estado.
Pero, por si esto fuera poco, el caracter viral de los rumores, manifestó una vez más su violenta propagación, esta vez en pleno evento. En resumen, hubo una pequeña riña, que, al difundirse como un rumor, la gente magnificó, y, pues, "corrió de repente la gente nomás".

Pues venga, que ya diversos rumores previos al Carnaval de Mazatlán, una de las fiestas más importantes de México, acerca de hechos violentos, amenazas de atentado, o decomisión de armamento pesado, habían causado que este año fuera uno de los menos asistidos.
Por supuesto, el miedo no es en vano, las mafias violentas son cosa de cada día en este estado.
Pero, por si esto fuera poco, el caracter viral de los rumores, manifestó una vez más su violenta propagación, esta vez en pleno evento. En resumen, hubo una pequeña riña, que, al difundirse como un rumor, la gente magnificó, y, pues, "corrió de repente la gente nomás".

"...el rumor se desplazó y creció tan rápido que cuando pasó por la zona del Monumento al Pescador aseguraban que habían matado al Rey de la Alegría, cuando llegó a Olas Altas ya contaban que habían atentado contra el Alcalde."
(Noroeste)
"en unos minutos, la tensión provocada por una semana de rumores de violencia nutrió una avalancha humana que arrastraba puestos, niños, señoras y todo lo que encontraba a su paso."Por supuesto, en la tan tecnológica actualidad, el rumor utilizó otras formas de desplazarse, ya no solo el clásico "de cara a cara":
(Noroeste)
"de ahí saltó a internet, a través de Twitter se contaba de asesinatos y balazos en el Carnaval de Mazatlán. En la zona del malecón se colapsó el servicio de telefonía, en segundos las versiones más disparatadas llegaban a Culiacán y de ahí al resto del País y del mundo. "Por supuesto, cuando acudió la policía no encontró nada que hacer.
(Noroeste)
No hay armas ni defensa contra un rumor, así que el enorme aparato de seguridad que resguardaba la zona del desfile de Carnaval se estrelló contra la nada, decenas de policías, militares y cuerpos de auxilio "peinaron" la zona pero no encontraron armas ni sospechosos, sólo rumores de unos balazos que nunca se lanzaron.
(Noroeste)